El pasado 25 de Julio tuve la oportunidad de visitar el Observatorio de Sierra Nevada (OSN) en lo «alto» de la sierra que le da nombre. Está situado a una altitud de 2.850 m sobre el nivel del mar, (La máxima altura de la península Iberica es el pico Mulhacén con 3.478 m. que no se encuentra muy lejos de allí).

En verano organizan visitas que se pueden hacer a través del propietario de las instalaciones, el   Instituto Astrofisica de Andalucia , o bien a través de la pagina oficial de la estación de esqui Sierranevada dependiente de Cetursa.

Durante toda la visita estuvimos acompañados de Marcos Villaverde , doctor en astrofísica y cosmología de la empresa Ciencialia que nos explicó todo el funcionamiento del observatorio y cuantas dudas le trasladamos. Se nota la profesionalidad y experiencia  en las explicaciones que recibimos.

La verdad es que el observatorio desde fuera lo ves pequeño al compararlo con el Observatorio IRAM Pico Veleta que destaca por su gran antena de 30 m  perteneciente al Instituto de Radioastronomía Milimétrica, ahora que si quisieran colocar un ocular para mirar directamente al firmamento, no sabrían donde ponerlo.

Nada más acceder me choca la puerta de gran grosor que tiene para acceder, similar a las existente en las cámaras frigoríficas industriales, pero el funcionamiento aquí es a la inversa, el frío es el que se queda fuera…

Dispone en el edificio principal de dos  telescópios telescopios Ritchey-Chrétien en configuración de foco Nasmyth con aperturas de 1,5 y 0,9 metros , llamados T150 y T90 respectivamente.

Según nos contaron la construcción mecánica de los mismos fue de fabricación china, mientras que en España se realizó el resto de trabajos incluyendo la electrónica.

Me gusto especialmente como el apoyo de la montura en sí es una gran esfera metálica que «flota» sobre una capa de aceite que van inyectando en el contacto de los apoyos de forma constante, para evitar el rozamiento y darle suavidad al conjunto.

Los telescopios se pueden controlar desde sus salas de control anexas, con una ventana para poderlos ver directamente:

O tambien se puede controlar desde una sala mucho más acogedora aunque con menos sensaciones a la que llaman biblioteca:

Tras la visita, bajamos andando por la estación de esquí hasta tomar el telecabina que nos llevaría a Pradollano. Hacia tiempo que no visitaba las pistas de esquí, y la verdad es que cada vez las pistas infantiles se parecen más un parque temático, encontrándote a pulpos, palmeras y otros seres de las montañas.

Durante el fin de semana había una gran animación en la estación, donde se habían organizado una carrera de senderismo, paellas y migas gigantes.

También nos cruzamos con unos novios haciéndose el reportaje de bodas e incluso pudimos fotografiar al propio Obelix !! con perro y todo !!